Haca unos días en una de mis entradas en el blog, alguien, un desconocido, dejo un comentario. Nunca habia entrado en su blog, y desconozco si él habia pasado por el mío alguna vez anteriormente. El caso, es que dejo un comentario un tanto asombroso. En ese momento no le dí nada de importancia, hasta hace pocos días.
Sus palabras exactas fueron:
“Me ha conmovido tu blog, nunca leí algo cargado con tantos sentimientos. Tu hijo estará muy orgulloso de tener una madre tan luchadora.”
Fecha 30/09/2008
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La vida se rige por etapas. Por tiempos. Y cada una de esas etapas, naturalmente tienen un comienzo y un final. Como todas las historias, su principio y su fín. Y ha llegado el final de una historia. Pero a la vez el comienzo de otra. Un comienzo mas que buscado y deseado, esta vez muy muy deseado.
Aquí he masticado, vomitado y escupido, muchas cosas interiores. Siguiendo el consejo de alguien, me deje llevar por el interior para darle un sentido a todo lo ocurrido, y asi canalizar mejor la situación. Sin duda no se equivocaba, y la terapia resulto mas que fructífera.
Y lo que comenzó como algo doloroso, triste e inexplicable, a terminado siendo el deseo concedido.
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Y el resultado fue: